Las Cordilleras Béticas son un conjunto de sistemas montañosos que tienen su origen a finales del Cretácico, y principalmente durante el Mioceno. Se producen como consecuencia de los movimientos orogénicos de la placa africana y la europea, provocando la elevación de los estratos, y dando lugar al relieve montañoso actual.
Se encuentra situada al sur de la Península Ibérica y que se extienden en dirección sur-sureste, desde el estrecho de Gibraltar hasta el cabo de la Nao en la provincia de Alicante, y que tras su inmersión en el Mediterráneo, aflora nuevamente en las islas Baleares formando la Sierra de Tramontana en la isla de Mallorca.
Ocupa buena parte de Andalucía (sobre todo el sur y el este), la región de Murcia en su totalidad, una franja al sur de la provincia de Albacete, la provincia de Alicante, y llega a incluir algo en el sur de la provincia de Valencia.
Desde el punto dde vista geográfico, está formada por tres líneas montañosas a modo de "subcordilleras", que son la Cordillera Prebética, la Cordillera Subbética y la Cordillera Penibética.
Las Cordilleras Béticas se han formado como consecuencia del movimiento orogénico alpino en el Mediterráneo occidental. Son el resultado de la sucesión de eventos tectónicos, que han ido moldeando la región desde hace unos 100 millones de años.
Los sedimentos depositados en el mar de Tethys, sufren una elevación como consecuencia del choque de la placa tectónica africana con los restos del Macizo Hespérico y con la placa europea.
Este choque da lugar al plegamiento al borde sur del Macizo Hespérico, que forma la actual Sierra Morena, y a la Depresión Bética que forma el actual valle del río Guadalquivir.
En la parte más meridional se forma el Complejo Maláguide, que se corresponde con la actual Cordillera Penibética, es la más compleja geológicamente hablando, y la que posee los materiales más antiguos, datados como Ordovícico Superior ( unos 444 millones de años).
La parte central queda ocupada por la Cordillera Subbética y por la Prebética. Tiene su origen en la zona más profunda de la fosa Bética, dando lugar a una serie de pliegues y cabalgamientos que forman unas sierras calizas y dolomíticas de mediana altitud, intercaladas por pasillos de origen tectónico y litológico.
La complejidad geológica en la formación de estas cordilleras radica en el hecho de que su plegamiento no solo viene dado por el choque de dos placas, como ocurriría en el caso de los Pirineos, sino que además interviene un tercer elemento: la microplaca de Alborán, cuyo desplazamiento se efectuaba en dirección hacia el oeste. Ésta, al chocar con los límites del macizo Hespérico por el norte, y la placa africana por el sur, dan lugar al levantamiento de la Cordillera Bético-Rifeña, lo cual nos deja evidencia de que en un estudio de las cordilleras Béticas, no se debe dejar fuera la parte más meridional que forma el Rif africano, con el que comparte el origen y características geológicas.
La Cordillera Prebética se encuentra al sureste de la península, ocupando la parte más septentrional del conjunto de las Béticas. Se extiende entre varias comunidades autónomas del sureste de la península, desde la población de Martos (Jaen) se extiende por la parte oriental de Andalucía, el sureste de Castilla-La Mancha, el norte de la Región de Murcia, y el sur de la Comunidad Valenciana. El pico más alto es el de La Sagra, con 2.382 metros. Sus cumbres principales se encuentran en la Sierra de Cazorla y la Sierra de Segura, y más próximo al Mediterráneo tenemos la Sierra de Mariola, la Sierra de Aitana y la Sierra de Bernia. Otras unidades menores que también forma parte en su lado oriental son la Sierra del Maigmó, el Montgó o el Peñón de Ifach.
La Cordillera Subbética se extiende desde Gibraltar hasta la provincia de Alicante, y se sitúa en la parte media de las Béticas, teniendo sus límites al norte con la Cordillera Prebética, y por el sureste con la Cordillera Penibética. Sus materiales son las margas, margo-calizas, calizas y dolomías.
Las principales sierras que forman esta cordillera son la Sierra de Grazalema, la Sierra Sur de Sevilla, las Sierras Subbéticas de Córdoba, o la Sierra Sur de Jaén, entre algunas otras más. En su parte más oriental, encontramos la Sierra de Abanilla, la Sierra de Crevillente, o la Sierra del Algayat.
Son ricas en afloramientos de fósiles, especialmente de ammonites, presentando con bastante frecuencia la facies conocida como ammonítico rosso.
La Cordillera Penibética es la más meridional de las unidades que conformas las Béticas. Se extiende por toda la parte sur, lindando con el Mediterráneo, desde la provincia de Cádiz hasta la de Alicante. La sierra principal de esta cordillera es la de Sierra Nevada, que posee los picos más elevados de la península ibérica, el Mulhacén con 3.479 metros y el Veleta con 3.396 metros. Su parte principal ocupa casi toda la provincia de Granada.
También se le conoce como Surco Intrabético.
Está formada por un grupo de depresiones, relativamente cerradas, que se sitúan entre la Cordillera Subbética al norte, y la Cordillera Penibética del sur. Algunos ejemplos los forman Granada, Baza, Guadiz, Ronda, Antequera, Huéscar o Lorca.
Estas depresiones se formaron durante el Oligoceno y el Mioceno inferior, una vez que ya estaban definidas las sierras Béticas que los rodeaban. Con el tiempo, y la ayuda de las continuas elevaciones de los estratos, los restos del mar de Thetys que las habían formado inicialmente, se van secando y son ocupadas por los materiales blandos de relleno, procedentes de la erosión de los elementos circundantes.
Estos sedimentos que ocupan las depresiones están formados por materiales blandos, como arcillas, limos y conglomerados, lo que les permite ser aprovechados como zonas de cultivo.
Según su aspecto geológico y atendiendo a la edad y evolución en la formación de las rocas que la componen, se pueden diferenciar cuatro grandes unidades geológicas:
La convergencia de las placas africana y la euroasiática afectan a la geología de las Cordilleras Béticas en los siguientes aspectos:
Las placas africana y euroasiática sufren una convergencia de ambas en base a unos 5 mm./año.